Sueños de Handball (by Matías Glickman)

Anoche soñe despierto, de nuevo.
Esos sueños que tengo antes de dormir.
Soñaba con una foto y un trofeo, sonriendo para mil cámaras. Festejando un triunfo.
Soñé que saliamos campeones del mundo. Que jugabamos una final contra Ciudad Real o algún equipito así. Soñe que ganabamos en la última jugada (como siempre pasa en las películas de deportes).
Soñé que se me reventaban los ligamentos en ese último saltito frente al arquero, que se me dislocaba el hombro cuando el defensor me agarraba.
Soñé que Stucky pedía la pelota y nadie se la daba. Soñé que el Checho metía el gol de la victoria, que salíamos en andas. Soñé que el handball era grande. Enorme. Que era mas que el futbol. Que la prensa nos daba la primer hoja, que abría la Voz del Interior y estaba el plantel en esa foto de "plantel" que los chicos ponen en sus cuartos cuando tienen a alguien a quien admirar.
Soñé que las Pías no existían, que estaban gordos pelados y feos. Todos. Y que lo miraban por TV.
Soñé que todos lloraban y festejaban, y se felicitaban.
Soñe que nos paseaban por la ciudad con una autobomba como a Del Potro. y la Lagunilla se llenaba de gente, de verde: todo de verde.
De parque viste??
Soñé que el handball era grande.
Muy grande.


Gracias Parque.